Luego de años fuera, Hal Jordan es enviado devuelta a la Tierra, en donde salva la vida del multimillonario Brucie, quien se proclama su mayor admirador y, por tanto, el amor de su vida.
-No y mil veces no Wayne, tu y yo nunca podríamos tener algo por dos razones; número uno no soy gay y número dos, ni siquiera me agradas.
-Por favor Linterna, tú y yo nos compenetramos a la perfección y si quieras podríamos hacerlo con más profundidad.
¡Demonios! ¿Dónde está el enloquecido de Superman cuando se le necesita? Pensó desesperado Hal.
-No y mil veces no Wayne, tu y yo nunca podríamos tener algo por dos razones; número uno no soy gay y número dos, ni siquiera me agradas.
-Por favor Linterna, tú y yo nos compenetramos a la perfección y si quieras podríamos hacerlo con más profundidad.
¡Demonios! ¿Dónde está el enloquecido de Superman cuando se le necesita? Pensó desesperado Hal.