Las palabras del director se le clavaron dolorosamente en el pecho. No eran sus hijos, eran un par de huérfanos cuyos padres habían sido asesinados y torturados hasta la locura cuando solo tenían un año de edad. Unos niños que él había criado desde entonces en una pequeña cabaña en medio del Bosque Prohibido sin ninguna ayuda, apañándoselas al mismo tiempo para espiar a Voldemort. Todo por salvarlos. Y ahora el viejo loco quería lanzarlos en medio de una guerra.
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