Kingsley Shacklebolt, el ministro de magia, tiene un problema. El héroe, salvador del mundo no contesta a sus llamadas. ¿Cómo puede controlar a la comunidad mágica si no tiene ninguna noticia que darles? Pero Harry Potter no tiene ganas de ver a nadie. Para variar, las cosas no se le están dando tan bien. Y sólo se complicarán más.
↧